Cloud Computing no es una tecnología per se, Cloud
Computing, es una manera de acceder a unos recursos, a unas capacidades para el
día a día como individuo o para el día a día como empresa y organización.
Aunque obviamente se basa en tecnologías variadas para
implementar el modelo, no es en sí un desarrollo tecnológico que haya hecho la
industria, no, es una manera de relacionarse.
La computación en nube, también conocida como
"cloud", es la entrega de recursos informáticos bajo demanda a la
carta, desde aplicaciones hasta centros de datos, a través de Internet, pagando
por su uso.
Para entender la computación en nube, empecemos por el
Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE.UU. El NIST define la
computación en nube como un modelo que permite un acceso cómodo y a la carta a
través de internet a un conjunto compartido de recursos informáticos
configurables que pueden ser rápidamente aprovisionados y liberados con un
mínimo esfuerzo de gestión o interacción con el proveedor de servicios.
Los ejemplos de recursos informáticos incluyen redes,
servidores, almacenamiento, aplicaciones y servicios. Este modelo de nube se
compone de cinco características esenciales, tres modelos de
despliegue y tres modelos de servicio. Empecemos por entender las
cinco características esenciales de la nube, que incluyen el autoservicio bajo
demanda, el amplio acceso a la red, la agrupación de recursos, la rápida
elasticidad y servicio medido.
- El autoservicio bajo demanda, la primera
característica, significa que se tiene acceso a los recursos de la nube como la
potencia de procesamiento, el almacenamiento y la red que necesita, mediante
una interfaz sencilla, sin necesidad de interacción humana con cada proveedor
de servicios.
- La segunda característica, Acceso Amplio a la Red,
significa que se puede acceder a los recursos de computación en nube a través
de la red mediante mecanismos y plataformas, como teléfonos móviles tabletas,
ordenadores portátiles y estaciones de trabajo.
- La tercera característica, la agrupación de recursos,
es la que proporciona a los proveedores de la nube economías de escala, que
trasladan a sus clientes, haciendo que la nube sea rentable. Utilizando un
modelo multi-arrendatario, los recursos informáticos se agrupan para servir a
múltiples consumidores; los recursos de la nube se asignan y reasignan
dinámicamente, según la demanda, sin que los clientes tengan que preocuparse
por la ubicación física de estos recursos.
- Elasticidad rápida, la cuarta característica, implica
que se puede acceder a más recursos cuando los necesite, y reducirlos cuando no
los necesite, porque los recursos se aprovisionan y liberan de forma elástica.
- Y la quinta característica es Servicio Medido,
significa que sólo se paga por lo que se utiliza o reserva sobre la marcha; si
no utiliza los recursos, no paga.
El uso de los recursos se supervisa, se mide y se informa de
forma transparente en función de su utilización.
Como vemos, la computación en nube consiste realmente en
utilizar la tecnología "como servicio": aprovechar sistemas remotos
bajo demanda a través de la Internet abierta, aumentando y reduciendo la
escala, y pagando por lo que se utiliza. Es una revolución porque ha cambiado
la forma en que el mundo consume los servicios informáticos haciéndolos más
rentables y haciendo que las organizaciones sean más ágiles a la hora de
responder a los cambios en sus mercados.
Hay tres tipos de modelos de despliegue de la nube: pública,
privada e híbrida.
- La nube pública es cuando se aprovechan los servicios
de la nube a través de la Internet abierta en el hardware propiedad de el
proveedor de la nube, pero su uso es compartido por otras empresas.
- La nube privada significa que la infraestructura de
la nube se aprovisiona para el uso exclusivo de una sola organización. Puede
funcionar en las instalaciones o puede ser propiedad de un proveedor de
servicios, que la gestiona y la explota.
- Y cuando se utiliza una mezcla de nubes públicas y privadas,
trabajando juntas sin problemas, se clasifica como nube híbrida.
Ahora, veamos los tres modelos de servicio que se basan en
las tres capas de una pila informática: infraestructura, plataforma y
aplicaciones.
Estos modelos de computación en nube se denominan
acertadamente Infraestructura como Servicio (Iaas), Plataforma como
Servicio (PaaS) y Software como Servicio (SaaS).
- En un modelo de Infraestructura como Servicio, se
obtiene acceso a la infraestructura y a los recursos informáticos físicos como
servidores, redes, almacenamiento y espacio en el centro de datos, sin la necesidad
de gestionarlos u operarlos.
- En un modelo de Plataforma como Servicio, se obtiene
acceso a la plataforma, es decir, al hardware y a las herramientas de software,
normalmente las necesarias para desarrollar y desplegar aplicaciones para los
usuarios a través de Internet.
- El Software como Servicio es un modelo de licencia y
entrega de software en el que el software y las aplicaciones se alojan de forma
centralizada y se licencian por suscripción, y a veces también se denomina
"software bajo demanda".
Hay un consumidor y hay un prestador. La clave
de todo esto es que ese consumidor está buscando unos recursos que le hacen
falta para sus actividades que ese consumidor, ese usuario, no produce de
manera propia, autónoma, los está buscando en un prestador y con unas
características y condiciones o reglas del juego. Por un lado, un acceso
inmediato a esos recursos, yo quiero algo porque me hace falta para mis
actividades y quiero acceder a esos recursos de manera directa. Es verdad, que
por lo general suele ser a través de un navegador, a través de internet, a
través de una aplicación móvil, pero quiero acceder directamente a un recurso,
suelo no querer intermediar con humanos para acceder al recurso, lo que quiero
es ir a la web del prestador o bajarme la aplicación móvil de turno y empezar a
consumir el recurso. Y luego, por supuesto, lo que espero es que aquello se
ajuste a mi demanda, ya se creciendo o decreciendo acorde a mis necesidades y
algo muy importante, muy bueno, muy recurrido es que sea un pago por consumo,
un pago por uso. Yo voy pagando por ese servicio, siempre que no sea gratuito,
voy pagando por él en función de la demanda que voy haciendo y lo que voy
consumiendo de ese servicio.
Esas características son las que definen el modelo de
relación, por lo tanto, esa es la gran aportación que hace este modelo de Cloud
Computing. Cuando se habla de tecnología, y lo veremos luego, a posteriori, en
cuanto a, bueno, como se monta un servicio, qué supone para un prestador de
servicios, pues el modelo de Cloud Computing por supuesto, que necesita
tecnología para ser implementado y para ser entregado. Hacen falta capacidades
que implementen esos servicios, que hagan monitorización de la calidad de los
servicios, monitorización del consumo de los servicios, monitorización de la
seguridad de los servicios, lo iremos viendo, pero por supuesto que hay que
poner tecnología de por medio, pero la base de todo esto es un modelo de
relación.
Entonces, el modelo como tal, es esa relación entre el que
quiere un recurso para hacer su actividad y el que se lo presta, un acceso
directo a las capacidades de consumir, escalabilidad, pago por uso, una
transparencia en las condiciones de uso, de términos y condiciones y poder
acceder a los recursos de manera muy rápida, cuanto antes, pues mejor, para el
usuario y consumidor. Lo mejor destacar las palabras clave: flexibilidad,
disponibilidad, agilidad, pago por uso y luego veremos incluso seguridad y
control en función de los prestadores.
Entonces, Cloud Computing es un modelo de entrega y consumo
de servicios. No es una tecnología en sí, ni un desarrollo tecnológico, sino
una manera de acceder a recursos o capacidades que pueden usar en el día a día
tanto individuos como empresas. Se basa en diferentes tecnologías para
implementar el modelo pero es, al fin y al cabo, una manera de relacionarse.
Entre las características que definen el modelo de Cloud, destaca la
accesibilidad (para poder acceder de forma inmediata a los recursos), el pago por
el uso que se haga del espacio, la escalabilidad y flexibilidad, entre otras.
El que consume tiene que entender que
no está participando en la creación o en la producción del recurso o el servicio
que va a consumir, tiene que entender que no tiene todo el control de lo que
pasa en esa producción, en esa cadena de suministro y entrega del servicio, y
tiene que asumir que hay condiciones de consumo que están perfectamente publicadas
por el prestador de servicios, por lo tanto, debe leer el contrato, los
detalles de las cláusulas que uno acepta y entender las condiciones de uso e
identificar si esas condiciones se ajustan a sus necesidades y a las
necesidades de su organización.
Por tanto, el cliente debe comprender y adoptar el rol de: “yo
me dedico a consumir y me tengo que centrar en lo que produzco, lo que género,
lo que construyo”, y despreocupar del cómo está implementado o cómo
se está produciendo el servicio que consume.
El consumidor de servicios Cloud
Computing, debe leer bien las condiciones de uso, las condiciones del contrato,
saber qué está consumiendo y quién es responsable de qué, cuánto cuesta lo que
está consumiendo, cuáles son las condiciones de seguridad y de continuidad y,
en base a eso, si está de acuerdo, firmar y empezar a consumir. Los servicios
en Cloud, funcionan como el menú de un restaurante:
“el menú del
día es éste y si no te gusta el “restaurante”, tendrás que irte a otro.”
Todo esto siempre tiene matices y excepciones, porque hay
compañías que hablan con prestadores de servicios Cloud y llegan a acuerdos
particulares de servicios con ciertas características diferentes a las
generales, esto puede pasar, pero hay una línea base de servicio que las
compañías ofrecen.
Entonces, el consumidor de servicios de Cloud Computing tiene que
entender cuáles son las reglas del modelo de consumo de servicio. Para ello es
importante leerse el contrato y entender las condiciones de uso del servicio
que se adquiere y así poder centrarse en usar el recurso contratado para
generar valor en los productos propios y no tanto en ver como se ha construido
ese recurso. En general, Cloud conlleva industrialización y automatización por
lo que no puede asumir interferencias o integraciones particulares. Además, un
consumidor no puede implantar su modelo empresarial en un prestador de
servicios de Cloud, sino que tiene que verlo como un servicio que puede
consumir.
¿Qué supone para el prestador del servicio?
Para el prestador del servicio supone
también una transformación grande y sobre todo un esfuerzo muy grande. Primero
de inversión anticipada, ya que tiene que preparar las plataformas e infraestructuras
tecnológicas para ofrecer los servicios y recursos bajo demanda a los clientes;
tiene que hacer también un esfuerzo de automatización porque al final lo que
está buscando el consumidor es acceder directamente a los recursos, sin
intervención humana. El proveedor debe estar preparado
para atender esa demanda de manera automatizada y también tiene que estar
preparado para crecer o decrecer en función de lo que pide el usuario, también de
manera automatizada.
Aparte de automatización, también
implica para el proveedor tener mucha gobernanza por varios motivos. Uno obvio es
el poder tener control del negocio como prestador, debe poder saber qué está ofreciendo,
cuál es la calidad del servicio, el rendimiento, condiciones de uso, cómo está cumpliendo
con los compromisos que adquirió con los usuarios, luego también temas de
seguridad y modelización de los costes, en dos sentidos:
- Uno, mis propios costes
para ver cuan rentable soy.
- Otro, los costes que debo
transferir al consumidor para que le pueda facturar al finalizar el ciclo que
hemos estipulado, esto igual tiene que ser de manera automatizada.
Todo esto y muchas cosas más que no
hemos citado, como clientes no las vemos, pero es parte del esfuerzo y de la
responsabilidad del prestador (proveedor), por lo tanto, hay que hacer muchas
cosas como prestador. Un ejemplo que ponemos siempre, es el
de la luz: estamos acostumbrados a llegar y darle al interruptor y que funcione
la luz, pero como clientes no pensamos en todo lo que hay por detrás, en toda
la facturación, suministros y demás personas que trabajan del lado del
proveedor.
El esfuerzo del prestador es grande,
pero lo hace porque es un negocio para él. Obviamente el prestador lo que va a
conseguir con esto es facturar al cabo del ciclo de consumos a sus clientes,
ese es su negocio. Ahí está el esfuerzo, el aprovisionamiento que tiene que
hacer porque le va a ser rentable.
Lo dicho el consumidor tiene que
adoptar su rol y transformarse. El prestador tiene que adoptar su rol y
transformarse y saber que si se aventura a ofrecer un servicio Cloud para hacer
negocio, pues va a requerir ese esfuerzo de inversión anticipada, automatización,
gobernanza y bueno, explotar ese negocio como una empresa más.
Entonces, un prestador, al igual que un consumidor de
servicios de Cloud Computing, tiene que entender muy bien la diferencia de
roles que hay entre vendedor y usuario. El prestador de servicios tiene que
realizar una serie de esfuerzos que le corresponden a él y no al usuario final.
Estos esfuerzos son, entre otros, la realización de una inversión anticipada,
la automatización que le permita hacer crecer o decrecer su servicio en función
de las necesidades del cliente, la gobernanza y el control sobre su negocio y
la modelización de costes que le permita controlar el beneficio que va a
obtener de los servicios que presta.